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Tal vez una de las demandas más imponentes que se presenta en la consulta del sexólogo es la de pedir información y la de saber si se es “normal” respecto al resto de la población. Las dudas sobre la identidad sexual son frecuentes ya que tratándose un tema tabú es importante encontrar a alguien que puede hablar de sexo de manera profesional y sin juzgar al paciente.

Otra cuestión que llena de dudas a algunos de mis pacientes, tanto chicas como chicos, es la legitimidad o no de la masturbación y el cómo y el cuándo hacerlo, sobre todo si se vive en pareja. La cantidad de relaciones, el número más saludable es otro de los temas recurrentes sobre los que el paciente quiere asesoramiento. Aunque nos asusta mucho no ser cómo los demás en cuestiones relacionadas con la salud, la verdad es que en la sexualidad es difícil hablar de normalidad ya que la satisfacción personal es un factor fundamental y subjetivo.

Las fantasías sexuales son uno de los tres ejes sobre los que se apoya la sexualidad pero la verdad es que en la mayoría de nosotros la fantasía genera culpa. Sobre todo si se vive en pareja, para algunos es casi sinónimo de infidelidad. La imaginación, en cambio, es un poderoso erotizante que debe ser utilizado para enriquecer y darle matices a la relación entre dos.

Muchas cuestiones que surgen sobre la sexualidad y que nunca se tratan, salen solas cuando se está de frente a un profesional. No hace falta tener un problema sexual para acudir a un sexólogo, a veces obtener información que no poseemos cambia radicalmente nuestra percepción de las cosas.

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Sin duda alguna el motivo más frecuente en la consulta de un sexólogo afecta por igual a hombres y mujeres y de manera particular a las parejas más jóvenes, aunque también a pacientes individuales.

Las causas pueden ser de carácter múltiple como en todos los problemas sexuales y se podría debatir durante horas sobre su origen.

El deseo por definición hace referencia a algo que no se tiene y por tanto se quiere obtener. El hecho de compatibilizar un proyecto de vida común hace que en algunos casos se desvanezca el deseo.

Uno de los comentarios más frecuentes es el de “yo lo amo” o yo la “amo” y no entiendo/no entendemos lo que ha pasado. El amor a veces, y esto es uno de lo hechos más difíciles de entender, es enemigo del deseo. El deseo necesita un espacio para poder existir.

Cultivar la propia individualidad, dar a conocer al otro la existencia de un propio “jardín secreto”, que de todo el universo que había para explorar dentro de nosotros sólo conoce aún una parte es una de las habilidades que con la ayuda del especialista puede desarrollar el sujeto.

Uno de los momentos clave en el que hay que cuidar el deseo es el de la llegada del bebé. Sucede en las parejas y no siempre como tradicionalmente se ha creído a la madre biológica del bebé.

Lo constato en una de las dos partes de una pareja homosexual o en los padres de un bebé adoptado, esto tiene que ver con la nidificación.
Con la llegada de un bebé, la pareja o el sujeto medios en el caso de que por cualquier motivo uno críe sólo al bebé, se intenta reducir el desorden en todos los ámbitos de la vida.

Se tiende a beber menos, salir menos, a ahorrar para preparar el ajuar del que llegará, preparar su habitación. Por caótica que fuera nuestra vida, de un modo u otro tendemos a ser más sistemáticos.

En este proceso todo está medido y en cambio, el deseo que plasma aquello que no tiene medida queda fuera. (Esther Perel, Mating in captivity).

El problema consiste en creer que le sexo volverá espontáneamente a la vida de la pareja como lo hizo al principio de la relación. No es así, mantener la pareja es un trabajo tan importante como acompañar a un hijo en los primeros pasos de su vida.

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La disfunción eréctil se define como la incapacidad de mantener una erección el tiempo suficiente como para llevar a cabo una penetración.

Acompañada por la falta de deseo, la primera cuestión por la que los hombres vienen a la consulta es sin duda alguna la disfunción eréctil. El mito de la penetración como única forma de sexualidad y la propia identificación del pene erecto con la masculinidad hacen que la incapacidad de mantener la erección sea percibida por el género masculino como un fracaso, como una pérdida de identidad.

La disfunción puede tener un origen físico y un origen psicógeno. Lo más normal es que si se mantienen las erecciones nocturnas la falta de erección no tenga origen físico, aunque no sea siempre así. Para tener una información más adecuada lo mejor es acudir al especialista para realizar una anamnesis adecuada y poder distinguir el origen del problema para resolverlo con eficacia.

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Un motivo de consulta muy frecuente entre la población masculina es el de la eyaculación precoz. Es tal vez, junto con la disfunción eréctil uno de los que provoca más angustia y falta de estima en el hombre y también en la pareja. Las claves para percibir una eyaculación precoz son tres: La falta de control sobre la propia eyaculación, la angustia de una de las dos partes de la pareja y la falta de satisfacción sexual.

Hay varios tests a los que el paciente puede realizar para ver si realmente sufre de una eyaculación precoz, de qué tipo es y cuáles son los mejores medios para tratarla.

En general se eligen dos opciones contemporáneas para afrontar el problema: Una que incide sobre la parte física, con ejercicios y/o medicación y otra sobre la parte psicológica, donde se trabajan las partes del comportamiento sexual que pueden ser mejoradas.

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Muy poco conocido en general por la población, el vaginismo consiste en una serie de espasmos de los músculos del suelo pélvico que rodean la vagina de la paciente y que provocan la oclusión de la misma haciendo que la penetración sea muy dolorosa o incluso imposible.

Enfermedad multifactorial y muy real se trata desde una óptica cognitivo-comportamental y también se ayuda físicamente con ejercicios de relajación, mindfulness e incluso en el uso paulatino de dilatadores.

La dispareunia es cualquier tipo de dolor relacionado con la relación sexual y que puede situarse en cualquier parte, desde los genitales externos al abdomen y que afecta a hombres y a mujeres. A veces, en las mujeres está relacionada con el vaginismo y a veces no, ya que el dolor puede concentrarse solamente en la parte bulbar. Es mucho más común de lo que se imagina y puede abarcar a un número grande de personas aunque sea de manera interminente.

Se trata de un malestar que se produce en los hombres tras la eyaculación y que sucede de manera crónica. Se caracteriza por una aparición muy rápida de los síntomas que puede incluir:

  • disfunción cognitiva,
  • afasia,
  • dolor muscular en todo el cuerpo,
  • fatiga y spintomas parecidos a los de la gripe.
  • Algunos pacientes han indicado también la apariciónd e vómitos.

Afortunadamente es una enfermedad muy rara y que tiene un bajísimo nivel de incidencia en la población.

La anorgasmia es la dificultad de conseguir llegar al orgasmo tras la estimulación sexual genital y puede afectar tanto a hombres como mujeres.

Todo el mundo, exceptuando a algunas personas que han sufrido lesiones medulares, es, en teoría capaz de conseguir un orgasmo.
Sea cual sea la naturaleza de la anorgasmia, como en tantos otros problemas sexuales, el problema se convierte pronto en un círculo de ansiedad, ya que al querer conseguir el orgasmo a toda costa y como único objetivo el placer disminuye e incluso el deseo se puede desvanecer.

Una buena dosis de estrategias que puedan convertir el círculo vicioso en círculo virtuoso son necesarias, así como una gran constancia por parte del paciente a la hora de realizar sus ejercicios y acudir a la consulta.

Se llama Eyaculación retrógrada a un tipo de eyaculación en la que el líquido seminal que tendría que ser expulsado a través de la uretra, va hacia atrás en la vejiga urinaria. Los hombres que se ven afectados por ella llegan normalmente al orgasmo, pero ven una escasa cantidad de esperma. El líquido será más tarde expulsado por la orina que puede ser un poco más turbia. Las causas de la misma son múltiples: neuropatías diabéticas, complicaciones de una cirugía relacionada con la próstata, etc.

Teóricamente no supone ningún hándicap para poder tener una relación sexual satisfactoria pero sí que hay hombres y mujeres que sienten que les falta algo si no pueden eyacular dentro de la vagina del otro, lo cual solo puede ser problemático en vista de una fecundación.

La menopausia es un momento fisiológico de la vida de la mujer en el que termina su vida fértil. El número de ovocitos de la mujer está determinado desde su nacimiento. Los ovarios cesan su actividad y y disminuye en la sangre la cantidad de estrógenos (hormonas producidas por los ovarios). Con estos cambios pueden llegar algunas molestias físicas como la sequedad vaginal que crea malestar o dolor durante la relación sexual y molestias psicológicas como el vértigo de encontrarse ante un nuevo periodo de la vida y haber concluido otro.

Merecen especial atención desde mi punto de vista las mujeres a las que se les induce la menopausia tras una enfermedad como el cáncer de mama y que no pueden acceder a tratamientos hormonales y que tienen que establecer toda una serie de estrategias como la utilización de lubrificantes, mindfulness y en pareja puede funcionar muy bien la técnica de Sensate focus.

Es evidente que siendo la sexualidad tan rica desde todos los puntos de vista, implicando activamente emoción y fisicidad a partes iguales las causas de consulta son inagotables, como el de la identidad de género, la sexualidad compulsiva, el travestismo, los abusos sexuales, el fetichismo, el BDSM, los motivos señalados precedentemente son algunos de los motivos de consulta y más adelante iré tratando otros motivos de consulta.

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